lunes, 7 de abril de 2014

Pros y contras de la Instrucción Directa y del Aprendizaje Basado en Proyectos

La instrucción directa puede ofrecer distintas ventajas. Entre ellas, pueden destacarse las siguientes:

1. Ayuda al docente a tener mayor control sobre la estructuración de los contenidos y a plasmarlos blanco sobre negro según se desarrollarán en el aula, lo cual supone cierta tranquilidad de cara a las revisiones que el Servicio de Inspección puede hacer de su programación.
2. Implica un "ahorro" considerable de tiempo y de esfuerzos organizativos, por lo que puede ayudar a mantenerse en los plazos previstos para cada unidad utilizando recursos materiales seleccionados de un modo sencillo.
3. Aporta cierta seguridad a aquellos padres y madres que hacen un seguimiento regular del programa y que aprecian como positivo el hecho de que quien enseña a sus hijos e hijas en la escuela, lo haga como ellos y ellas aprendieron cuando asistían a clase.

Entre otras cosas, el aprendizaje basado en proyectos puede favorecer:

1. Un desarrollo profesional docente más pleno, ya que requiere de un conocimiento experto de los distintos elementos del currículo y de una responsabilidad mayor sobre las decisiones que se tomen a pie de aula.
2. La globalización de los contenidos y la adquisición de los mismos, junto a destrezas, habilidades, actitudes y competencias en función de las necesidades que se vayan planteando con el desarrollo del proyecto, lo cual asegura un aprendizaje mucho más significativo, funcional y adaptado a las distintas inteligencias y estilos de aprendizaje de cada individuo.
3. La utilización de estructuras cooperativas de trabajo, a través de las cuales se generará un mayor conocimiento entre los miembros del gran grupo, mayor tolerancia y respeto hacia los demás y un mejor clima de aula.

Del mismo modo que la ID y el ABP ofrecen ventajas, pueden también presentar ciertas desventajas. Así, con respecto a la Instrucción directa señalaremos que:

1. Cuando el estilo docente se ciñe al modelo PPP, se da por sentado que alumnos y alumnas son receptáculos pasivos capaces de almacenar cualquier tipo de información, en cualquier momento y de un modo que solamente beneficia a quienes tienen un estilo de aprendizaje prioritariamente auditivo, de modo que para los aprendices visuales y, peor aún en este caso, para los kinestésicos el centro educativo puede llegar a convertirse en algo parecido a un fraude.
2. La Instrucción directa puede hacernos caer en el error de que con ella se ahorra tiempo, ya que este "ahorro" solo es aplicable al tiempo destinado a las exposiciones orales por parte del profesorado, pero no al aprendizaje del alumnado y son chicos y chicas quienes han de participar activamente en el proceso de enseñanza y aprendizaje para llegar a demostrar su competencia a través del desempeño de ciertas actividades y tareas.
3. La exposición al input verbal del docente no favorece el desarrollo competencia de los estudiantes. Como mucho, puede generar la memorización de datos y procedimientos, pero eso no es suficiente para capacitarse en la realización de determinados productos. Hay que subirse a una bicicleta para llegar a dar una vuelta en ella; no es suficiente con que nos expliquen que hay que sentarse sobre el sillín y pedalear.

En relación al ABP, diremos que también puede implicar ciertas dificultades:


1.  Requiere de un mayor esfuerzo por parte del profesorado en todo aquello que respecta al diseño y la implementación de su programación, especialmente si se deja de utilizar el material proporcionado por las editoriales y por su centro.
2. Supone una evaluación más compleja que la que normalmente se utiliza cuando se aplica el PPP, de modo que a la observación directa, a la revisión de cuadernillos de trabajo y libretas  y al examen escrito, hay que que sumar la valoración del esfuerzo individual en el seno del grupo, el resultado del trabajo invididual y en equipo, las relaciones con los compañeros y compañeras y la responsabilidad ejercida para consigo y para con el grupo, la elaboración de rúbricas de las que ciertamente habrá que informar a los estudiantes y posiblemente también a las familias, etc.
3. El desarrollo de proyectos implica un dinamismo que supera con creces las relaciones que puedan establecerse en la "clase del cogote," de modo que hace necesaria una gestión de la participación y la convivencia en el aula muy distinta a la del modelo ID y, por tanto, la formación y la práctica por parte del profesorado.





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