La experiencia con la cual cuento en este terreno, como podéis ver, es limitada, pero también muy positiva. Cuando he utilizado agrupamientos cooperativos el profesorado realmente se ha involucrado en el buen desarrollo y éxito de las actividades que les he propuesto, a pesar, incluso, de no haber trabajado previamente la cohesión de los grupos (ya que por las características de las actividades, el tiempo no daba para más).
Lo cierto es que siento mucha curiosidad sobre si seré capaz o no de llevar a la práctica esta estrategia a mi centro de destino -de Infantil y Primaria- una vez que haya dejado la asesoría. Me imagino que emplearé estructuras simples -como Lápices al centro o Folio rotatorio- en grupos de Primaria después de haber dejado sentadas unas bases muy claras respecto al tipo de colaboración que ha existir entre los y las estudiantes. Hacerlo en inglés en este nivel es algo que me inquieta. Intentando no ser demasiado quisquillosa, me imagino que habrá ocasiones en las que recurriré al español y al inglés tanto como al lenguaje gestual o al icónico. Desde luego, a trabajar cooperativamente hay que aprender y para eso es necesario enseñar a hacerlo de forma sistematizada, así que, con mayores o menores dificultades (o inseguridades), tendré que incluir el trabajo cooperativo en mi programación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario