lunes, 7 de abril de 2014

Análisis crítico del proyecto "Plantas aromáticas: Identificación, cuidados, usos y cultivo"

El proyecto "Plantas aromáticas: Identificación, cuidados, usos y cultivo" ha sido desarrollado en un grupo de 5º de Primaria en el CEIP Príncipe Felipe de Umbrete (Sevilla) por M.ª Carmen Medina Vela. La docente lo recoge en su blog (en http://principefelipeprofundiza.blogspot.com.es/).
Me he decidido por este proyecto y no por otro de los muchos que hay en la red por distintas razones. Para empezar, estoy convencida de que puede funcionar muy bien porque es transferible a las etapas de la Educación Infantil y a la Secundaria -a pesar de que haya sido diseñado e implementado en Primaria-, de que el alumnado puede involucrarse de muy buen grado en la creación y mantenimiento de los espacios de su centro y de que distintos docentes de un mismo claustro (ya sean tutores o especialistas) y familiares de alumnos pueden implicarse en su desarrollo y abordarlo desde sus respectivas áreas. Además, lo encuentro muy acertado para ser aplicado dentro del área de Lengua Extranjera (yo soy de Inglés), haya o no un proyecto bilingüe en el centro de referencia, porque puede sustentarse sobre el uso de instrucciones básicas orales y escritas, de un lenguaje más complejo y de naturaleza académica, de muchas imágenes que fomentarán la comprensión y del desarrollo de actuaciones prácticas por parte del alumnado.
El problema en torno al cual gira la propuesta sobre las plantas aromáticas es la creación de un jardín de este tipo en el centro escolar. Para conseguir este objetivo, los y las estudiantes realizan prácticamente todas las acciones necesarias para cubrir las indicaciones señaladas en el título del proyecto. Así, entre otras cosas, buscan en Internet información relacionada con las plantas aromáticas y elaboran un fichero sobre las mismas. El grupo tiene la oportunidad de experimentar con el uso de distintas plantas en distintos ámbitos, elaborando con ellas jabón casero, preparando alcohol de romero y cocinando pizzas. Para ello, primero se recogen plantas durante la visita a un jardín aromático y más tarde desarrollan labores de limpieza y señalización en el jardín plantado por el alumnado. Aunque este es un producto final digno de por sí, niños y niñas también preparan una presentación digital que da cuenta a través de texto e imágenes del trabajo desarrollado a lo largo de las ocho sesiones establecidas para la experiencia.
Teniendo en cuenta los criterios de calidad sobre los que debe sustentarse el Aprendizaje Basado en Proyectos, podemos hacer distintas valoraciones sobre el trabajo descrito en el párrafo anterior:
 
1. Autenticidad: La verdad es que la creación de un jardín aromático no es algo que cualquier persona tenga la oportunidad de hacer, ya que requiere de la disponibilidad de un espacio con el que la mayoría de los habitantes de una ciudad no cuenta. De todos modos, la consecución de este objetivo tiene valor en la vida real, tanto dentro como fuera de la escuela, y supone la implicación del alumnado en el cuidado del centro escolar, la responsabilidad de mantenerlo y cuidarlo y el orgullo de mostrarlo y compartirlo. Tal y como el proyecto se ha planteado, me parece que está conectado con distintos aspectos de la vida cotidiana, como puedan ser el uso de las plantas aromáticas en la cocina (de las cuales se sirven para preparar pizza), el uso medicinal de ciertas plantas aromáticas (por eso elaboran alcohol de romero), la presencia de las mismas en productos de uso diario (por ejemplo, el laurel en la pasta de dientes) o el aprovechamiento de las propiedades de estas plantas para combatir la presencia de insectos en el hogar (la albahaca ahuyenta los mosquitos). Además, el proyecto puede generar no solo la creación de un jardín aromático en el colegio, sino también el diseño de jardines verticales para las aulas y sus propias casas particulares, la plantación y el cuidado de este tipo de plantas, la producción de un herbario con muestras secas, la elaboración de saquitos de olor para los armarios, etc.
2. Conexión con adultos: los productos finales elaborados a través del proyecto (el jardín, el jabón o la pizza) están totalmente conectados con la vida adulta y con una diversidad de profesiones (podría contemplarse la entrevista a personas que desempeñen labores relacionadas con el tema del proyecto), con la proliferación de espacios verdes en las ciudades y con hábitos saludables, alimenticios e higiénicos del día a día. Por si esto fuera poco, el proyecto no solo conecta con la vida de adultos y pequeños fuera de la escuela, sino que también ha sido mostrado a las familias del alumnado a través de sesiones como la merienda compartida y del blog de aula, en el que el grupo plasma con fotografías y texto lo que se va haciendo en cada una de las ocho sesiones dedicada al proyecto.
3. Exploración activa: Tanto a nivel material como virtual, el alumnado ha tenido que acumular, seleccionar y procesar a través de diversos medios, métodos y fuentes información y experiencias con las cuales responder a las tareas planteadas. Las imágenes mostradas en el blog sugieren que este trabajo ha sido realizado tanto a nivel individual como grupal, lo cual suma a la exploración activa, una socialización rica que se combina tanto con materiales tradicionales como con recursos TIC.
4. Aprendizaje aplicado: Los contenidos conceptuales y procedimentales han sido adquiridos al alimón, a través de la exposición a información relevante, a la que han llegado a través de la búsqueda y la selección, tanto como a través de la experiencia y la práctica sobre el terreno, tanto con herramientas informáticas como con materiales convencionales. De este modo, los y las estudiantes han tenido que pensar qué pasos seguir hasta llegar a finalizar sus tareas, regular sus actuaciones y recurrir a conocimientos procedentes de distintas áreas y de distinta naturaleza (unos más conceptuales -por ejemplo, los necesarios para organizar, memorizar y presentar datos-, otros procedimentales -como los necesarios para elaborar mezclas líquidas y sólidas- y otros actitudinales, que han debido ponerse en práctica para trabajar en grupo y para que cada cual llegara a dirigir su trabajo a nivel individual).
5. Rigor académico: El proyecto está diseñado en función de unos objetivos didácticos vinculados a distintas áreas y para que el alumnado desarrolle distintas competencias.  A través de las actividades propuestas, además de lo que se ha visto ya, se pueden trabajar y producir distintos tipos de texto (enumerativos, instructivos, descriptivos, argumentativos y expositivos), abordarse contenidos propios del Conocimiento del Medio, utilizarse distintas magnitudes y unidades de medida, emplearse herramientas TIC y poner en práctica actitudes que favorezcan el buen funcionamiento de los grupos de trabajo, favoreciendo de este modo el desarrollo de todas o prácticamente todas las competencias básicas.
6. Prácticas de evaluación de calidad: No he encontrado información relativa a la evaluación de los resultados de la experiencia. Me imagino que la misma habrá podido llevarse a cabo a través de la observación directa, puede que con la ayuda de algún listado de control, con portafolios y posiblemente con rúbricas a través de las cuales los criterios de evaluación seleccionados queden desglosados en aquellos aspectos vinculados con la elaboración de los distintos productos finales que hayan querido ser valorados. Dado que ha habido trabajo en grupo, es posible que los y las estudiantes hayan sido coevaluadores del trabajo llevado a cabo por los equipos, por parte de compañeros y compañeras de grupo y por sí mismos.



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