viernes, 23 de mayo de 2014

Unidad 6: El ABP en mi centro. Análisis DAFO. MOOCafé, 2ª edición.



En una sola entrada paso a registrar las distintas actividades y tareas de la Unidad 6. 

La labor de reflexionar acerca de la trayectoria que el ABP ha tenido en mi centro de referencia me puede resultar tan fácil como difícil. Digo esto porque durante los últimos seis cursos no he estado ocupando mi plaza de maestra especialista de Inglés y, aunque he tenido contacto con mis compañeros y compañeras y he ido recibiendo noticias a través suya, no he vivido en primera persona ninguna de las experiencias que en este u otros sentidos han tenido lugar en mi colegio. 

Así, puedo contar -seguro que siendo imprecisa- que hace más de diez años llegó a este centro una maestra de Infantil que había estado trabajando por proyectos y que quería continuar trabajando en esta línea, pero condicionantes como el uso del libro de texto y otras cuestiones se lo impidieron. Hace aproximadamente cinco años escolares, esta compañera consiguió arrancar con un proyecto al que después han sucedido otros muchos, de modo que actualmente trabaja íntegramente por proyectos junto al resto de compañeros y compañeras de la etapa. 

Sé por ella que el procedimiento que siguen es definir a comienzos de curso con sus grupos-clase los temas en los que niños y niñas quieren investigar. Elaboran un listado con todos ellos y los ordenan, de forma que cada clase cuenta con una selección de temas que han de desarrollarse a lo largo de los tres trimestres. Los contenidos son tan diversos como los gustos de los estudiantes que los proponen -tanto que hasta ahora han pasado por los piratas, las abejas, el chocolate o la Edad Media, entre otras muchas cosas.

Por supuesto, las tres grandes áreas de Infantil se abordan a través de los proyectos seleccionados y, según me cuentan, el trabajo de lectoescritura a través de estos proyectos está resultando mucho más fructífero que mediante el uso de materiales de editorial y el conocimiento enciclopédico del alumnado ha subido como la espuma. 

La socialización rica está presente en estas aulas, a las que niños y niñas llegan con información proporcionada por sus familiares; donde padres, madres, abuelos y otros miembros de la comunidad cuentan experiencias personales o describen cómo trabajan; a las que la familia asiste para vivir con sus hijos e hijas la conclusión de los proyectos -que puede adoptar forma de fiesta de disfraces (como cuando se han trabajado los piratas) o de sesión de chocolaterapia. 

Esta información suelen difundirse bien a través de grupos de Facebook de los que forman parte padres, madres y docentes, bien a través de la prensa local.

Los resultados que están obteniendo son muy positivos y, según he sabido, el ABP ha empezado a extenderse a la etapa de Primaria de este centro, pero no de forma sistemática ni generalizada. 




El hecho de que el ABP se haya generalizado a las distintas aulas de Educación Infantil de este centro se debe, en gran medida, a que las tutoras de la etapa se han contagiado de la buena práctica de su compañera y se han entusiasmado viendo los resultados que cada cual ha ido obteniendo con sus grupos. 

Desde luego, el equipo directivo, que valora muy positivamente la formación en centros y a título individual y que la fomenta, no ha dejado escapar la ocasión de favorecer estas iniciativas. 

De llevar a la práctica mi PMV, lo haría en el centro del que hablo. A este escenario me remito para aplicar la técnica DAFO.

Utilizar el análisis DAFO es un procedimiento muy recomendable cuando un centro quiere iniciar un proceso de transformación y mejora, tome este la forma y los derroteros que tome. A través de una actividad que consistiría prácticamente en poner en práctica una lluvia de ideas, los miembros de un claustro podrían de manifiesto cuáles podrían las debilidades y amenazas que pudieran poner en riesgo este proceso, pero también sus fortalezas y las oportunidades que podrían surgir de toda esta situación. 
Así, si un centro se planteara la posibilidad de implementar proyectos de trabajo en distintos niveles y etapas, podría empezar por utilizar este procedimiento, que ayudaría a sustentar los pasos hacia el ABP sobre sus puntos fuertes y a establecer los mecanismos necesarios para minimizar los débiles. 

En mi caso, he aplicado el DAFO primero al proyecto Scamper on a song and sing along! y luego, además, al centro donde desarrollaría la experiencia. 

Algunas de las debilidades que podrían hacerlo tambalearse (las que he sido capaz de señalar), en primer lugar me indican que he de mejorar el diseño de base acudiendo a otros criterios de evaluación que permitan reflejar el trabajo interdisciplinario que exige el proyecto. Estos deberían proceder de las áreas de Lengua Castellana, Educación Física y Educación Artística. 

En segundo lugar, la evaluación entre iguales debería hacerse explícita, tanto si para ello se utiliza la rúbrica diseñada para hacer el seguimiento del trabajo de todo el alumnado como si se emplea otro tipo de herramienta. En este último caso, habría que concretarla.

Las amenazas que acechan al proyecto aconsejan contemplar la enseñanza del trabajo cooperativo desde mucho antes de que arranque la actividad (desde comienzos de curso), de modo que al iniciarse la elaboración de los carteles e invitaciones el alumnado ya esté preparado para afrontar esta fase sabiendo trabajar en equipo. Este contenido podría abordarse primero desde la formación del profesorado, a través de algún grupo de trabajo o seminario del centro de profesorado de referencia. Después, se podría llevar al aula a nivel de centro, al menos en los ciclos Segundo y Tercero de la etapa de Primaria.

La fase de diseño del proyecto encierra una parte de difusión mucho más importante de lo que está previsto inicialmente. Por eso, no solo deberían redactase invitaciones para las familias asistan al recital y venga a actuar como voluntariado en determinadas sesiones, sino que tendría que  notificarse qué tipo de proyecto va a comenzarse y qué implicaciones curriculares, organizativas y de otra naturaleza va a tener su desarrollo y conclusión. 

Todas estas cuestiones han de ser contempladas en una revisión que perfile el PMV y lo acerque más a un proyecto definitivo y real.  




Antes de finalizar esta entrada, me gustaría reflexionar acerca de aquellos aspectos que deben tomarse en consideración al esbozar la planificación detallada y flexible sobre la que debe fundamentarse cualquier proyecto:


- La relevancia del equipo directivo en el ABP es obvia, ya que sus miembros deben tener presente y poner en funcionamiento las medidas necesarias para que el proyecto pueda desarrollarse dentro de unos márgenes horarios flexibles; para que se pueda contar con el apoyo de especialistas que tienen otras clases que cubrir y con la ayuda de voluntariado ajeno al centro (familiares, estudiantes de magisterio y/u otros representantes de la comunidad) que ha de acceder, desplazarse y salir del mismo; para que los recursos disponibles puedan ser utilizados cuando convenga; para que no haya problemas respecto a la difusión de la información, etc. 

- La necesidad de esbozar un Proyecto Mínimo Viable a partir del cual las personas implicadas en el mismo puedan clarificar qué apoyos necesitarán, qué recursos materiales y espaciales utilizarán, qué agrupamientos emplearán en el aula, qué herramientas tecnológicas serán usadas, etc. 

- La importancia de buscar apoyos que ayuden a convertir el PMV en una realidad rica respecto a la socialización de los y las estudiantes y del propio proyecto y efectiva respecto a los objetivos que esperan alcanzarse.

- La utilidad de establecer un calendario que ayude a visualizar las distintas etapas del proyecto, las fechas en las cuales los productos intermedios y finales deberán estar entregados y las actividades en las que determinadas personas se involucrarán directamente y a pie de aula.

- La conveniencia de registrar gráficamente los pasos que se vayan dando en clase, de modo que a través de fotografías y vídeos se puedan valorar la trayectoria recorrida, el camino por recorrer, los sentimientos y las experiencias que se vivieron en cada momento y todo lo que puede mostrarse a otras personas para hacerlas partícipes de un proyecto construido paso a paso. 

- El interés de promover la experiencia, difundiéndola a través de la página web del centro, de redes sociales, de la televisión o la prensa local y en el centro de profesorado de referencia. 


Precisamente, algunas de estas consideraciones han sido señaladas en el segundo encuentro-café en el que he participado a raíz de este curso. 




El MOOCafé ha tenido lugar en mi actual lugar de trabajo, el Centro de Profesores y Recursos de Ceuta. Podría decir que mi poder de convocatoria ha sido nulo, pero prefiero contaros que a la reunión han asistido mis queridas compañeras -Ana Isabel Contreras, de la Asesoría de Infantil y Primaria y Concepción Cantos, del Ámbito Científico-técnico-, el director del centro -Javier Celaya- y el maestro bibliotecario del CEIP Mare Nostrum -Javier Parejo. 

Para romper el hielo, he comenzado describiendo mi PMV y entre todos hemos ido señalando sus puntos fuertes y sus debilidades, de modo a partir de ese comienzo hemos terminado generando las siguientes conclusiones:

1. Antes de iniciar el proyecto es necesario contárselo al claustro, de modo que quien quiera y pueda tenga la ocasión de conocer el proyecto (¡Cómo se me pasó incluir este paso básico en el apartado de la socialización rica!). 

2. Quienes quieran sumarse a la experiencia de participar o replicar este proyecto, podrán hacerlo con el grupo dentro del cual se va a implementar o con sus propios grupos, partiendo de la pregunta inicial: ¿Qué podemos hacer para convertir la sesión de entrega de notas del final de trimestre en algo especial? El recital de canciones y poemas trabajados en el área de Inglés está en la base de mi proyecto, pero los y las estudiantes de otras clases podrían haber apostado por actividades deportivas (tipo gymkana), representaciones teatrales, exposiciones artísticas, etc. -cada proyecto con sus propias tareas, subtareas y productos intermedios y finales. 

3. El proyecto está construido sobre un criterio de evaluación del área de L. E. Inglés, pero si otros especialistas participan en el mismo -como es el caso: Educación Física y Educación Musical-, estos pueden desarrollar el proyecto desde sus áreas a través de actividades, tareas o incluso una unidad didáctica que giren en torno a otro criterio de su ámbito. 

Con respecto al ABP, en general, hemos estado de acuerdo en que el trabajo por proyectos no es suficiente para asegurar el éxito académico del alumnado, ya que son muchas las variables que conforman en contexto educativo y la metodología es solo una de ellas. Así, entendemos que la pasión y el entusiasmo del docente en muchas ocasiones está por encima de métodos, recursos y otras muchas cosas. Sin embargo, se reconoce que el ABP asegura una mayor implicación del alumnado a través de la conexión con sus intereses, su responsabilidad y su participación activa en el aula. 

El trabajo por proyectos hace que cada grupo ponga su propio límite, de modo que una temática común a proyectos desarrollados en Infantil, Primaria y Secundaria no genera las mismas dinámicas de trabajo, ni los mismos productos (ni siquiera en grupos del mismo nivel), ni el empleo de los mismos recursos (flipped classroom, distintas herramientas TIC, etc.)

A relucir, han salido el centro escolar Amara Berri, del cual se han destacado, entre otras muchas cosas, el trabajo por rincones en las aulas; las aportaciones de Richard Gerver y el libro Un mundo feliz, de Aldous Huxley. 

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